jueves, 28 de agosto de 2008

Es posible encontrar la felicidad

Vamos por la vida persiguiendo la ilusión de que alguna vez vamos a obtener todo aquello que deseamos. Un auto nuevo, el hombre o la mujer ideal, bienestar económico. Soñamos que seremos flacos, bellos y exitosos.
No nos damos cuenta que de eso se trata, de desear. Eso es lo que somos, sujetos deseantes y eso es lo que hace que sigamos adelante, aunque en algún lugar sepamos que todo termina y que no somos eternos, pero vivimos como si lo fuéramos.
Lo bueno sería darse cuenta que la felicidad no está en la meta, sino en el recorrido.
Que todo aquello que hagamos con placer y responsabilidad, disfrutando cada momento, abarca toda la felicidad que vamos a poder conseguir.
Que vamos a llegar a eso añorado, solo si el camino lo transitamos amando lo que hacemos.
A veces, ponernos objetivos lejanos e inalcanzables, nos resulta útil, para poder así, seguir postergando y no poner en juego nuestro deseo. Y “postergar” significa “no hacer”. ¿Quién sabe lo que la vida nos depara?
Aprendamos a hacer “hoy” lo que deseamos.
A valorar cada segundo que respiramos.
El abrazo de un ser querido.
La sonrisa de una criatura.
Un bello paisaje.
Un buen libro
Una linda película.
AMEMOS LA VIDA
Eso es la felicidad: AMAR LA VIDA Y DISFRUTARLA SEGUNDO A SEGUNDO

Clr. Nora Cecilia Lemmo
Consultora Psicológica
Especialista en desarrollo personal
Email: noralemmo@hotmail.com
Cel.15 4945 6464

¿De qué hablamos cuando hablamos de vocación?

Un acercamiento a los jóvenes.-
Según Georges Bernanos, escritor católico francés, “Toda vocación es un llamado”; esto de alguna manera hace alusión al pensamiento de su época, en un llamado de Dios, y la Real Academia Española, sólo ha hecho a esta definición unos retoques mínimos.

Aristóteles, filósofo griego, sostenía que “Donde los talentos y las necesidades del mundo se cruzan, ahí esta vuestra vocación”. Es ahí donde está nuestra pasión, lo que Stephen Covey (Autor de “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”) llama nuestra “voz”; aquello que llena de energía nuestra vida y nos da impulso; el combustible que se encuentra en el corazón de la visión y de la disciplina; aquello que hace que sigamos adelante cuando todo lo demás nos dice que abandonemos.

La VOCACIÓN es un llamado o una demanda interna relacionada intimamente con tu propia identidad o forma de ser. Dicho de otra manera:


Vocación: Termina siendo una Pasión y una Misión en la vida
Es lo que nos Inspira
Llamado o Demanda interna
Motivación interna
Da sentido a la vida
Máxima Retribución que obtenemos por alguna actividad

Ahora bien, lo que tenemos que tener en claro es que este “llamado” NO es único y estático, sino que por el contrario es un “proceso paulatino”, algo en constante construcción, tal y como ocurre con nuestra identidad.-

Al entenderlo como tal, debemos entonces relajarnos y tomarnos el tiempo necesario para reflexionar, analizar y cuestionarnos a nosotros mismos; después de todo estamos hablando de un proyecto de vida.-

En la vocación está presente la curiosidad y el placer por la realización de la tarea misma y no sólo por sus logros (GUSTO); te surgen puntos de vista diferentes a los existentes o cosas nuevas, podés especular; sentís una seguridad intuitiva que de alguna manera saldrás adelante con esto y quisieras hacerlo a tu manera (APTITUD)
Esto también te genera un sentimiento de que esto que estás haciendo es necesario para los demás o para la vida (ENTREGA-MISIÓN).-

En otras palabras, podrías llegar a decir “y todavía me pagan por esto” (comentario generalmente asociado con aquellas personas relacionadas con el arte o los deportes, la medicina o la docencia), en lugar de “menos mal que es viernes y no tengo que seguir haciendo esto” (asociado este con la imagen de un oficinista o algo parecido); pero, lo que es innegable es que ambos forman parte de nuestra vida diaria.-

Las valoraciones que puedan dar origen a tu elección te son propias y serán ellas las que configuren , en asociación con tus aptitudes, habilidades e intereses tu proyecto de vida. Para determinarlas y tenerlas claras, vas a tener que trabajar, a trabajar para poder dar respuesta a las preguntas que puedan surgirte a lo largo del camino.

Recuerda que es un camino, no es estático ni fijo, es cambiante y dinámico tal y como vos seas y vayas cambiando. Aceptar el cambio a lo largo del tiempo será parte de este camino. Una imagen que he visto relacionada con el tema era por demás elocuente. Un muchacho perdido en su huella digital, es decir buscando quien es y quien quiere llegar a ser pero en un laberinto que ofrece todas las posibilidades, puertas que tendrás que abrir para avanzar.-


Clr. Patricia Ugo / Profesora de Inglés
Desarrollo Personal- Orientación en Consultoría Educacional
patriciaugo@gmail.com