Un lugar donde se busca reencontrarse con los valores perdidos, para desplegar en su totalidad el SER PERSONA.
Hace cinco años se está trabajando en este sueño, aunque apenas pasó un año desde que fue constituida legalmente. La Casa tiene la esencia y el valor como columna vertebral en la ayuda y para los integrantes de la misma la verdadera ayuda es la escucha y la aceptación de un otro diferente.
En la Casa contamos con la colaboración de colegas, dispuestos, capaces, que trabajan con dedicación, y a quienes les estoy totalmente agradecida. Como así colaboradores internos y externos, voluntarias/os y otros profesionales.
El próximo año, realizaremos un evento, en el cual se dará a conocer la Casa en muchos puntos de la Pcia. de Buenos Aires, con la intención de generar un espacio y ampliar la red en donde las mujeres serán protegidas y los hombres como genuinos colaboradores; así comenzar a respaldar ó reforzar la promoción de la igualdad de géneros y la mejora de la condición de la mujer, basándonos en la integración de una perspectiva de géneros relacionadas con todas las esferas de la sociedad. El encuentro tendrá lugar el sábado 7 de marzo de 2009 y finalizará el domingo 8 de marzo de 2009 “Día Internacional de la Mujer”. El escenario en que se desarrollará es: Club Náutico Arsenal de Zárate. El acceso será libre y gratuito y la propuesta contempla un intenso cronograma de actividades artísticas y culturales para toda la familia. Los lineamientos estratégicos para este evento, estará reflejado en un circuito dónde se llevarán a cabo talleres coordinados por counselors, psicólogos, psicólogos sociales, docentes, y médicos. Dicho circuito representará las diferentes etapas del ciclo de vida de una mujer y cómo acompaña el hombre.
No solo será un espacio pensando en los adultos; los niños tendrán una jornada de juegos típicos, organizados por guías y coordinadores. Se llevará a cabo distintas actividades y exposiciones recreativas, culturales y artísticas que contempla la oferta de este importante evento.
Acercaremos el arte a la gente para que pueda conocerlo, disfrutar de él y, además incentivar la creatividad con espacios públicos más dinámicos, cargados de sensaciones y mensajes.
Por mi intermedio tanto la presidenta, voluntarias y comisión directiva, les hacemos llegar nuestra invitación a todos aquellos que quieran acercarse…
Informes: 03487-439071 de 8 a 22 hs. de lunes a sábados / e-mail: refugiogineceo@yahoo.com.ar
viernes, 26 de septiembre de 2008
lunes, 22 de septiembre de 2008
Talleres: un espacio para compartir y crecer
Participaste alguna vez de un taller? Te gustaría saber de qué se trata?
Aquí te informamos a cerca de ello.
¿Qué es un taller?
Es un espacio de encuentro entre varias personas, el/los counselors y los participantes del grupo en donde se comparten experiencias y reflexiones a través de ejercicios vivenciales y de la comunicación de lo que nos pasa con esto que estamos experienciando.
¿Cuáles son lo temas?
Son diversos. El/los counselors proponen un tema específico basado en el objetivo de dicho taller que están siempre relacionados con situaciones que atraviesan nuestra vida cotidiana como la comunicación, conocerse más, límites, etc., o aquellos que van sugiriendo los mismos miembros del grupo.
¿Qué son ejercicios vivenciales?
Son ejercicios simples guiados por el counselor que tienen que ver con el tema planteado, en los que se presentan objetos, visualizaciones, dibujos, y luego de ellos se comparte cada experiencia.
¿Es necesario que hable siempre en un taller?
Es lo ideal, ya que compartir es uno de los objetivos de estos talleres, pero no todos podemos expresarnos delante de un grupo de personas que no conocemos, por lo tanto aunque la participación en un taller se espera que sea activa y de inter-relaciòn entre counselors y participantes, simplemente el escuchar a otros, puede ayudarnos. Además como los talleres tienen un clima de contención, es muy factible que nos resulte fácil poder participar.
¿En dònde se realizan los talleres?
Nuestros talleres se llevan a cabo en un lugar ambientado especialmente para que el grupo se sienta cómodo, contenido y sin amenaza alguna para poder abrirse lo más posible y aprovechar el compartir, sintiéndose libre para hablar, ya que ése tambièn es su espacio.
¿Cuàl es el objetivo?
El objetivo de cada taller es poder escuchar, ser escuchados, compartir experiencias y lograr obtener otra mirada o una mirada más amplia de las situaciones que se plantean como tema en el taller. Escuchar qué le pasa a un otro es muchas veces clarificador para nosotros mismos ayudándonos a darnos cuenta de cosas que hasta ese momento no habíamos prestado atención. Este compartir nos ayuda a crecer, conocernos mejor y tener una mejor calidad de vida.
Si tenías dudas a cerca de los talleres, esperamos que esta información te las haya disipado y te sientas con ganas de ser un miembro de nuestros próximos talleres.
Te invitamos a que vengas a conocernos y que descubras por vos mismo sus múltiples beneficios.
Al pie de la nota tenés nuestros datos y si querés saber algo más, no dudes en llamarnos y estaremos disponibles para escucharte.
Hasta pronto!
RCM Consultores Psicológicos
Clres. Romina, María Ines, Claudia
Aquí te informamos a cerca de ello.
¿Qué es un taller?
Es un espacio de encuentro entre varias personas, el/los counselors y los participantes del grupo en donde se comparten experiencias y reflexiones a través de ejercicios vivenciales y de la comunicación de lo que nos pasa con esto que estamos experienciando.
¿Cuáles son lo temas?
Son diversos. El/los counselors proponen un tema específico basado en el objetivo de dicho taller que están siempre relacionados con situaciones que atraviesan nuestra vida cotidiana como la comunicación, conocerse más, límites, etc., o aquellos que van sugiriendo los mismos miembros del grupo.
¿Qué son ejercicios vivenciales?
Son ejercicios simples guiados por el counselor que tienen que ver con el tema planteado, en los que se presentan objetos, visualizaciones, dibujos, y luego de ellos se comparte cada experiencia.
¿Es necesario que hable siempre en un taller?
Es lo ideal, ya que compartir es uno de los objetivos de estos talleres, pero no todos podemos expresarnos delante de un grupo de personas que no conocemos, por lo tanto aunque la participación en un taller se espera que sea activa y de inter-relaciòn entre counselors y participantes, simplemente el escuchar a otros, puede ayudarnos. Además como los talleres tienen un clima de contención, es muy factible que nos resulte fácil poder participar.
¿En dònde se realizan los talleres?
Nuestros talleres se llevan a cabo en un lugar ambientado especialmente para que el grupo se sienta cómodo, contenido y sin amenaza alguna para poder abrirse lo más posible y aprovechar el compartir, sintiéndose libre para hablar, ya que ése tambièn es su espacio.
¿Cuàl es el objetivo?
El objetivo de cada taller es poder escuchar, ser escuchados, compartir experiencias y lograr obtener otra mirada o una mirada más amplia de las situaciones que se plantean como tema en el taller. Escuchar qué le pasa a un otro es muchas veces clarificador para nosotros mismos ayudándonos a darnos cuenta de cosas que hasta ese momento no habíamos prestado atención. Este compartir nos ayuda a crecer, conocernos mejor y tener una mejor calidad de vida.
Si tenías dudas a cerca de los talleres, esperamos que esta información te las haya disipado y te sientas con ganas de ser un miembro de nuestros próximos talleres.
Te invitamos a que vengas a conocernos y que descubras por vos mismo sus múltiples beneficios.
Al pie de la nota tenés nuestros datos y si querés saber algo más, no dudes en llamarnos y estaremos disponibles para escucharte.
Hasta pronto!
RCM Consultores Psicológicos
Clres. Romina, María Ines, Claudia
Area de Adicciones
Trabajando con la familia
Clor. Graciela B. Francisco
Las primeras personas que suelen acercarse en busca de información sobre el consumo de drogas, tipos y formas de tratamiento, y qué hacer o cómo ayudar a alguien que consume drogas, son miembros de la familia (y aunque en menor medida, también amigos). Las que más consultan son las mamás, también las parejas de padres y, últimamente, los hijos.
Llegan en distinto estado de angustia: desde los que les parece y quisieran saber más, no están seguros y aún no saben qué conviene hacer ni qué quieren como familia, hasta los que están desesperados y desesperanzados y
sólo quieren expulsar a este miembro que se ha adueñado de todos ellos. Entre ambos extremos debemos atender a una enorme gama de posibilidades, de tipos de problemas, de demandas de soluciones, etc.
Hablaremos de los casos en que llegan en busca de orientación, (no de una demanda concreta de tratamiento, en que se obraría de otra manera) ya sea familiar o amigo, ya se encuentre en cualquier nivel de angustia la familia o de consumo el involucrado, por eso a este espacio en algunos lugares se le llama así: Grupo o Espacio de orientación.
Siempre que se pueda se trabaja en grupo, con más de una familia, ya que la interacción y las distintas experiencias enriquecen a todos.
El rol de la familia en un proceso de recuperación de consumidores de sustancias es fundamental, por eso uno de los primeros pasos es evaluar con quién se cuenta, citarlos, ver si están dispuestos, cuáles son sus circunstancias y posibilidades reales... es decir, formar la red de soporte y contención con que contaremos, al mismo tiempo que se evalúa el nivel de consumo y/o compromiso con la sustancia de la persona que consume. Todo esto aún sin la presencia del consumidor, ya que si estas alternativas se están dando es porque la persona involucrada no quiere hacer un tratamiento. Anteriormente me referí a que los pasos a seguir son distintos si la demanda es de tratamiento concretamente.
De estas primeras evaluaciones surgen, entre otras cosas, las posibilidades de convocatoria al consumidor para tener con él una entrevista, fundamental para proponer un tratamiento.
Si bien los tratamientos se dividen genéricamente en tres grandes grupos, denominados según la relación de “hospedaje” del consumidor con su centro de recuperación en: Ambulatorio, Hospital de día o Comunidad Terapéutica, una vez elegido el mismo, el diseño terapéutico es total y absolutamente personalizado y se va acomodando según el proceso vivido por cada uno.
La cantidad de variables que intervienen hace fundamental esta forma de trabajo, y por eso nos van a oir repetir tanto que es una especialidad, y bastante compleja.
Estas variables posibles son de orden físico, psíquico, familiar, social, cultural y espiritual y hacen que el problema del consumo de alcohol o sustancias sea considerado un fenómeno y se necesite un equipo transdisciplinario para tratarlo. Algunas de esas variables se encuentran compartidas por las familias, y también con ellas se va trabajando en forma personalizada. Cuanto mayor número de variables sean tenidas en cuenta y modificadas según las necesidades de cada caso, mejores resultados se obtendrán
. Por una cuestión práctica no haré la diferencia entre usadores, abusadores y adictos, sino simplemente me referiré a los “consumidores”.
Me gusta hacer una analogía gráfica que a veces sirve para ilustrar lo que sucede: si comparamos las variables que intervienen en la figura del consumidor con la cerradura de una caja fuerte (de caudales), en la que una serie de muescas deben estar alineadas para poder abrirla, y consideramos que cada una de ellas son los aspectos físicos, psíquicos, familiares, etc., lo que intentamos hacer es modificarlos (anular las muescas) para que ese canal de ingreso de la droga se cierre, dejándola afuera.
Dijimos que la familia es uno de los aspectos a considerar, y que además pueden estar compartiendo otros, por eso es tan importante su presencia y disponibilidad. También la familia posee una de las características más positivas (creo que indispensable) que podamos encontrar: es la que lo ama, la que desea invertir todo el tiempo y recursos necesarios de que disponen para su recuperación.
A veces bastan algunas entrevistas, y otras serán necesarios varios meses para arribar a los objetivos propuestos.
Los objetivos los fijan las familias. Son ellas, en última instancia, las que toman las decisiones y de ellas es la responsabilidad. Desde la coordinación de estos grupos se ayuda a pensar, a elegir caminos con los que obtener los resultados, a veces es necesaria una información concreta, a clarificar los valores y comunicarlos, siempre desde un lugar de escucha, respeto y contención. La participación de familias transitando distintas instancias de un mismo camino, compartiendo experiencias a veces muy dolorosas y otras de mucha esperanza, sirve como espejo donde se pueden ver reflejadas e incorporar como propios los aprendizajes de los demás miembros del grupo.
Recordando a Rogers, podríamos decir que en algún momento falló el tener en cuenta a la persona como persona, y desde el Grupo de orientación se facilita el proceso tendiente a recuperar ese contacto.
gracielafrancisco@yahoo.com.ar
Clor. Graciela B. Francisco
Las primeras personas que suelen acercarse en busca de información sobre el consumo de drogas, tipos y formas de tratamiento, y qué hacer o cómo ayudar a alguien que consume drogas, son miembros de la familia (y aunque en menor medida, también amigos). Las que más consultan son las mamás, también las parejas de padres y, últimamente, los hijos.
Llegan en distinto estado de angustia: desde los que les parece y quisieran saber más, no están seguros y aún no saben qué conviene hacer ni qué quieren como familia, hasta los que están desesperados y desesperanzados y
sólo quieren expulsar a este miembro que se ha adueñado de todos ellos. Entre ambos extremos debemos atender a una enorme gama de posibilidades, de tipos de problemas, de demandas de soluciones, etc.
Hablaremos de los casos en que llegan en busca de orientación, (no de una demanda concreta de tratamiento, en que se obraría de otra manera) ya sea familiar o amigo, ya se encuentre en cualquier nivel de angustia la familia o de consumo el involucrado, por eso a este espacio en algunos lugares se le llama así: Grupo o Espacio de orientación.
Siempre que se pueda se trabaja en grupo, con más de una familia, ya que la interacción y las distintas experiencias enriquecen a todos.
El rol de la familia en un proceso de recuperación de consumidores de sustancias es fundamental, por eso uno de los primeros pasos es evaluar con quién se cuenta, citarlos, ver si están dispuestos, cuáles son sus circunstancias y posibilidades reales... es decir, formar la red de soporte y contención con que contaremos, al mismo tiempo que se evalúa el nivel de consumo y/o compromiso con la sustancia de la persona que consume. Todo esto aún sin la presencia del consumidor, ya que si estas alternativas se están dando es porque la persona involucrada no quiere hacer un tratamiento. Anteriormente me referí a que los pasos a seguir son distintos si la demanda es de tratamiento concretamente.
De estas primeras evaluaciones surgen, entre otras cosas, las posibilidades de convocatoria al consumidor para tener con él una entrevista, fundamental para proponer un tratamiento.
Si bien los tratamientos se dividen genéricamente en tres grandes grupos, denominados según la relación de “hospedaje” del consumidor con su centro de recuperación en: Ambulatorio, Hospital de día o Comunidad Terapéutica, una vez elegido el mismo, el diseño terapéutico es total y absolutamente personalizado y se va acomodando según el proceso vivido por cada uno.
La cantidad de variables que intervienen hace fundamental esta forma de trabajo, y por eso nos van a oir repetir tanto que es una especialidad, y bastante compleja.
Estas variables posibles son de orden físico, psíquico, familiar, social, cultural y espiritual y hacen que el problema del consumo de alcohol o sustancias sea considerado un fenómeno y se necesite un equipo transdisciplinario para tratarlo. Algunas de esas variables se encuentran compartidas por las familias, y también con ellas se va trabajando en forma personalizada. Cuanto mayor número de variables sean tenidas en cuenta y modificadas según las necesidades de cada caso, mejores resultados se obtendrán
. Por una cuestión práctica no haré la diferencia entre usadores, abusadores y adictos, sino simplemente me referiré a los “consumidores”.
Me gusta hacer una analogía gráfica que a veces sirve para ilustrar lo que sucede: si comparamos las variables que intervienen en la figura del consumidor con la cerradura de una caja fuerte (de caudales), en la que una serie de muescas deben estar alineadas para poder abrirla, y consideramos que cada una de ellas son los aspectos físicos, psíquicos, familiares, etc., lo que intentamos hacer es modificarlos (anular las muescas) para que ese canal de ingreso de la droga se cierre, dejándola afuera.
Dijimos que la familia es uno de los aspectos a considerar, y que además pueden estar compartiendo otros, por eso es tan importante su presencia y disponibilidad. También la familia posee una de las características más positivas (creo que indispensable) que podamos encontrar: es la que lo ama, la que desea invertir todo el tiempo y recursos necesarios de que disponen para su recuperación.
A veces bastan algunas entrevistas, y otras serán necesarios varios meses para arribar a los objetivos propuestos.
Los objetivos los fijan las familias. Son ellas, en última instancia, las que toman las decisiones y de ellas es la responsabilidad. Desde la coordinación de estos grupos se ayuda a pensar, a elegir caminos con los que obtener los resultados, a veces es necesaria una información concreta, a clarificar los valores y comunicarlos, siempre desde un lugar de escucha, respeto y contención. La participación de familias transitando distintas instancias de un mismo camino, compartiendo experiencias a veces muy dolorosas y otras de mucha esperanza, sirve como espejo donde se pueden ver reflejadas e incorporar como propios los aprendizajes de los demás miembros del grupo.
Recordando a Rogers, podríamos decir que en algún momento falló el tener en cuenta a la persona como persona, y desde el Grupo de orientación se facilita el proceso tendiente a recuperar ese contacto.
gracielafrancisco@yahoo.com.ar
Tengamos la edad que tengamos
Tengamos la edad que tengamos, nuestra ilusión es que somos seres libres y autónomos; libres para la toma de decisiones, autónomos para comportarnos de la manera que pensamos es la mejor para nosotros.
No nos damos cuenta que nuestra persona viene acompañada de todo el bagaje de mandatos y condicionamientos con los que fuimos educados y fueron transmitidos de generación en generación, dependiendo ello de nuestro lugar de origen con la cultura correspondiente.
Para convertirnos en verdaderos seres autónomos en primer lugar debemos preguntarnos ante cada decisión qué es lo que realmente deseamos hacer o pensar. Podemos elegir…, elegir libre de culpas por pensar distinto de quienes nos educaron o también elegir actuar como nos enseñaron; pero porque elegimos la enseñanza y la hacemos nuestra.
Todo esto requiere un trabajo de introspección para así llegar a conocernos y poder discernir y elegir libremente.
Vivimos en un mundo de proyecciones, ya que lo que veo afuera es lo que tengo dentro y para cambiar la mirada exterior es preciso el cambio dentro nuestro.
Aprendamos que siempre hay dos maneras de ver las cosas, siempre está presente la otra alternativa aunque no la veamos claramente pues tenemos la vista nublada por nuestra percepción condicionada.
Son nuestros propios pensamientos los que nos lastiman, es nuestra mirada acerca de las cosas la que nos hace ver la realidad recortada, son nuestros propios juicios acerca de nosotros mismos los que nos quitan el sueño y no nos dejan vivir en paz.
Frente a todo esto tenemos la esperanza del autoconocimiento para el cual y como único requerimiento solo necesitamos de nuestra voluntad para emprenderlo acompañados por quien nos acepte tal cual somos con una mirada libre de juicios.
Clr. Marta Tarrero Cáceres
Cel. 15 4058 6451
No nos damos cuenta que nuestra persona viene acompañada de todo el bagaje de mandatos y condicionamientos con los que fuimos educados y fueron transmitidos de generación en generación, dependiendo ello de nuestro lugar de origen con la cultura correspondiente.
Para convertirnos en verdaderos seres autónomos en primer lugar debemos preguntarnos ante cada decisión qué es lo que realmente deseamos hacer o pensar. Podemos elegir…, elegir libre de culpas por pensar distinto de quienes nos educaron o también elegir actuar como nos enseñaron; pero porque elegimos la enseñanza y la hacemos nuestra.
Todo esto requiere un trabajo de introspección para así llegar a conocernos y poder discernir y elegir libremente.
Vivimos en un mundo de proyecciones, ya que lo que veo afuera es lo que tengo dentro y para cambiar la mirada exterior es preciso el cambio dentro nuestro.
Aprendamos que siempre hay dos maneras de ver las cosas, siempre está presente la otra alternativa aunque no la veamos claramente pues tenemos la vista nublada por nuestra percepción condicionada.
Son nuestros propios pensamientos los que nos lastiman, es nuestra mirada acerca de las cosas la que nos hace ver la realidad recortada, son nuestros propios juicios acerca de nosotros mismos los que nos quitan el sueño y no nos dejan vivir en paz.
Frente a todo esto tenemos la esperanza del autoconocimiento para el cual y como único requerimiento solo necesitamos de nuestra voluntad para emprenderlo acompañados por quien nos acepte tal cual somos con una mirada libre de juicios.
Clr. Marta Tarrero Cáceres
Cel. 15 4058 6451
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