Desde el enfoque centrado en la persona, modelo creado por Carl Rogers, la persona es una unicidad, una totalidad indivisible.
Gendlin, creador del focusing, habla de cuerpo y lo define como un sistema complejo para mantener la vida. Si te sentís mal, el cuerpo sabio te empujará hacia lo que sería bueno. El cuerpo es mucho más que la maquinaria física. Encierra el saber respecto de cómo estamos viviendo esta vida. Sabe lo que necesitamos para vivir más plenamente, nuestros valores y creencias, lo que nos ha herido emocionalmente y cómo curarlo.
El don del cuerpo es encontrarse siempre aquí, siempre en tiempo presente, él sabe como se siente su estado correcto, y está constantemente cotejando y ajustando sus procesos para mantenerse tan cerca de ese estado como le sea posible, él sabe cual es la dirección de la curación y vida. Una vez que le permitimos a nuestro cuerpo ser él y nos detenemos a escucharlo por medio de la focalización, nos conectamos con un increíble potencial de cambio.
Si el cuerpo sabe lo que necesita y la mente tiene esa gran capacidad de imaginar y recrear situaciones agradables, pudiendo hacer de la adversidad algo positivo, entonces desde esa sabiduría organísmica, podemos con el cuerpo y la mente, sanar los dolores del cuerpo y del alma.
Los dolores físicos pueden ser síntomas o un aviso de que algo está mal, recurrimos al médico, realizamos todos los estudios que este nos indica y puede que no existan causas aparentes para esa molestia. Sin embargo el dolor existe y persiste, nos ponemos mal porque duele algo que no debiera, ya que no hay nada que lo amerite "según los estudios clínicos". Esta situación puede generar mayor dolor y angustia a causa de que además de doler, sentimos la necesidad de demostrar que esa sensación es genuina. Quizás podamos atender ese dolor desde otro lugar, en este pretender quitarlo o apaciguarlo con medicación, podemos intentar tomar contacto con este dolor, preguntarle qué es lo que viene a decirnos, para qué está aquí y ahora, qué está necesitando que hagamos.
Con un ejercicio de focalización podemos dar cuenta de "eso" que apareció y quizás desde esa escucha empática para conmigo mismo, pueda calmarlo o desaparecerlo ya que habrá cumplido su cometido.
Debemos recalcar firmemente, que esta propuesta de ninguna manera reemplaza la visita al médico. Es primordial descartar cualquier tipo de anomalía, utilizar la medicina prescripta por el profesional y después, o paralelamente, podemos atender la sintomatología desde el focusing que complementa, no suplementa.
En este intra dialogo es frecuente que nos preguntemos de una manera inapropiada. Podemos preguntar: por qué me está pasando esto a mí ahora? O para qué me está pasando esto a mí ahora? La primera forma de preguntar nos remite a encontrar una respuesta de tipo excusa que no conduce a cambiar actitudes o conductas, en tanto que la segunda, si bien requiere de una mirada introspectiva más profunda, cuando aparece la respuesta, esta promueve al cambio y luego el para qué de ese primer para qué, llevándonos a un nivel más profundo de introspección.
Clr. Eduardo A. Blacher
Consultor Psicológico especializado en Desarrollo Personal, Parejas y Familias, Adolescencia y Focusing Oriented Therapist Certificated. Ex Presidente de la Asociación Argentina de Counselors
jueves, 19 de junio de 2008
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