El grafismo se puede utilizar como herramienta captadora del mundo interno, como un recurso para abordar directamente los mensajes más profundos.
En nuestro interior está todo lo vivido, lo guardado y siempre está disponible para expresarse. Tambien están los talentos no utilizados, las potencialidades y los desafíos.
Letras, firmas y dibujos susurran una realidad encubierta, a veces la grita y otras simplemente la expone mediante un símbolo claro y directo, ellas dejan al descubierto qué necesitamos y qué cosas nos traban en la vida. Solo hay que mirarlas y así mejorar.
Los Gestos Tipo son movimientos especiales que se repiten constantemente.
Esta modalidad de rasgo o letra que la persona le imprime a su trazo es una fisonomía muy especial que nadie podría reproducir exactamente.
Como dice Augusto Vels, “es comparado a una especie de "tic" en una persona, un rasgo, una actitud constante que lo llega a identificar”.
Para H. De Saint - Morant, el Gesto Tipo es "La marca de la personalidad".
Este rasgo puede estar señalando impulsos, instintos, tendencias, gustos, intereses, y hasta necesidades individuales de forma bien marcada; esto se denomina Gesto Tipo Fuerte. Ahora bien, el Gesto Tipo Débil, nos estaría indicando el lado más sensible del sujeto, sus conflictos, sus complejos, sus insuficiencias o también sus defectos.
El Gesto Tipo Fuerte (o Gesto Tipo Positivo) lo notaremos por su presión, su forma, su dimensión, su estructura. El Gesto Tipo Débil (o Gesto Tipo Negativo) lo notaremos por su interrupción, debilitamiento, brisados, torsión, fallos de ciertas letras o partes de la letra. Este prevalece en las zonas donde el sujeto no se siente para nada seguro o bien se siente inferior.
Como decía A. Vels “los gestos tipo pueden producirse, especialmente, en aquellas zonas donde están representados simbólicamente los demás, el otro, el mundo circundante”.
Al iniciar las mayúsculas es de gran valor observar la zona hacia donde se dirige el elemento utilizado para escribir porque el impulso inicial refleja inconscientemente la esfera desde donde procede la inspiración de los actos, así es que éstos pueden estar partiendo de la zona espiritual, de la zona del pasado, del área de los sentimientos, de la de los instintos...También en los finales de las letras es donde reconocemos la forma en cómo el sujeto exterioriza la acción.
Dice Max Pulver: “La condición imprescindible para comprender la expresión gráfica individual es el conocimiento de los conceptos básicos, en su mayor parte inconscientes, que obran sobre el escritor. Al escribir proyectamos inconscientemente nuestro ser. Escribir conscientemente, es trazar inconscientemente el dibujo de sí mismo: el autorretrato”.
Haydée M. Scilingo
Grafóloga
Cel.: 154 415 1774
e-mail: hmsgrafo@gmail.com
viernes, 11 de julio de 2008
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